Capitulo
1: Ya lo tengo todo
No
esta bien dar todo por sentado. Al pensar que todo ya esta hecho, se
podría perder ese impulso inicial que me llevo a cumplir la meta.
Perder
ese pequeño impulso que lo motiva a uno para llegar a cumplir las
metas podría ser fatal.|
El
presidente y ejecutivo de una gran compañía había ascendido
rápidamente en una industria muy competitiva. A los treinta y cinco
años logro el éxito. A los cuarenta le pareció aburrido, y a los
cuarenta y cinco estaba harto. Solo le quedaba impedir que alguien lo
botara de su silla.
También
hay personas que piensan de manera diferente. Cuando han alcanzado
una meta, se proponen otra y se mantienen en movimiento. Salen con
nuevas ideas y además novedosas. Su entusiasmo nunca acaba. Nunca lo
tienen todo, siempre se están esforzando por alcanzar algo.
El
verdadero sabor, la diversión y el impulso continúan en ellos. La
felicidad se encuentra en la lucha por la meta que disfrutar de las
que ya se han realizado. Se encuentra en fijarse nuevas metas y
luchar hasta conseguirlas.
La
felicidad esta con los que nunca pierden la emoción persiguiendo
nuevas metas y siempre están queriendo mejorar cada vez más.
Un
hombre que conocí y era muy feliz era Amos Parish, uno de los
primeros vendedores expertos de los grandes almacenes. El
tartamudeaba pero cada año, daba una conferencia en un gran salón
en un hotel en Nueva York que se llenaba siempre. Era algo notable y
fuera de lo común, apenas era una de sus realizaciones. Cuando yo lo
felicitaba por una de sus éxitos el siempre le quitaba merito y
decía “Mire esta idea en la que estoy trabajando, esa si es
buena!”
Cuando
supe que estaba en su lecho de muerte a los noventa y cuatro años,
lo llame por teléfono, siempre lo había querido porque me había
inspirado. “Hola! - me dijo con su entusiasmo de siempre.”
Me
explico lo que tenia. No menciono nada sobre su muerte. Dos días
después lo ataco una grave enfermedad. Nunca lo tuvo todo a pesar de
que fue un hombre de éxito.
El
libro de Branch Rickey, The American Diamond, es considerado
una autoridad en materia de Baseball. En una comida en su honor
celebrando cincuenta años de profesión, un reportero le pregunto
que cual fue su mas grande éxito y el respondió: “No lo se, aun
no me ha llegado”. Aun cuando el había tenido muchos éxitos nunca
había creído lograrlo todo. Para el, siempre habían nuevos retos.
Hace
poco hable un domingo en la catedral de cristal de Garden Groove,
California. Esta iglesia siempre se llenaba con once mil personas en
dos servicios según los periódicos.
Llegue
por la celebración del trigésimo aniversario de Dr. Robert
Schuller. El empezó a construir la iglesia con quinientos dólares y
mucha fe. Anuncio planes para construir otro centro que se ocuparía
de las necesidades de las familias.
Por
mas que uno haya logrado hacer, siempre hay algo mas; a todas las
metas ya alcanzadas se les puede agregar nuevos y emocionantes
objetivos. Aun no lo tienen todo, por grandes que hayan sido sus
realizaciones. Lo mejor esta por venir, el futuro los espera.
Es
importante que en nuestro modo de ver la vida pueda levantarse hasta
un mayor nivel de fe y capacidades. La calidad de fe y pensamiento de
una persona son mas importantes que sus habilidades. Mediante el
pensamiento positivo y la fe en Dios y en si mismos pueden liberar
habilidades extraordinarias.
En
una ciudad del medio oeste mi esposa Ruth y yo fuimos invitados de un
hombre con mucho éxito creador de una empresa innovadora y famosa.
Tuve el privilegio de entregarle el premio Horatio Alger, se les
entrega a ciudadanos que se levantan desde la pobreza hasta
posiciones importantes.
Le
pregunte donde nació y David respondió: No lo se, talvez en
Atlantic City. Nunca conoció a sus padres y se crió con padres
adoptivos.
Después
de muchas dificultades consiguió un empleo en un restaurante como
sirviente en Fort Wayne, Indiana. Siendo muy laborioso, su jefe lo
envió a un pequeño restaurante en Colombus, Ohio a ver que podía
hacer porque el restaurante le iba mal. David no tuvo éxito hasta
que se dio cuenta que la carta era muy extenso y exigía tener
grandes existencias. Con una carta mas reducida, mejoro el negocio
realizando una utilidad que le permitió abrir un restaurante de
hamburguesas, pues siempre le gustaron estas. Lo nombro como una de
sus hijas, Wendy. David Thomas siempre usaba carne de primera, añadía
nuevas características y creo atractivos puntos de venta. Ahora
cuenta con más de 3,200 restaurantes y es considerado de los mejores
en su tipo.
Si
se le pregunta a David Thomas si a ya lo tiene todo contestara
negativamente. Hombres de su tipo mejoran constantemente la economía
nacional.
Yo
me dedico al negocio de hablar. Dando conferencias. En este negocio
nunca se puede darse por satisfecho, aun con mucha experiencia, el
compromiso de esta noche es el que cuenta.
En
una convención nacional de hombres de negocio converse con un joven
aspirante a orador. Conversamos. El me dijo que era afortunado con
mis cincuenta años de experiencia. Yo le dije que eso no era
importante. Cuando me confiaba de ello, la convención salía mal.
Partiendo
del error de suponer que el éxito esta asegurado podríamos definir
algunas reglas
Piense
a donde quiere llegar en la vida
Llegue
a una decisión firme en cuanto a su objetivo básico
Formule
y escriba su meta en una exposición clara y precisa, eliminando
toda ambigüedad de pensamiento
Estudie
y aprenda todo lo que pueda acerca de su meta y de cómo llegar a
ella
Fije
un tiempo para alcanzar su meta
Rece
por una buena decisión para asegurarse de que sea buena. Si no es
buena, es mala, y nada malo resulta bueno.
Dedíquele
a su meta su esfuerzo total y sostenido, sin darse nunca por
vencido.
Aplique
el pensamiento positivo.
Nunca
suponga que ya lo tiene todo. Una meta alcanzada lleva a otra, y así
sucesivamente
Una
técnica que he desarrollado es escribir una meta y mantenerla cerca
del corazón. Desde joven decidí ayudar al mayor número de personas
posible. Con el tiempo he ido agregando mas metas hasta he copiado
metas de otras personas. Las llevaba en el bolsillo.
He
descrito muchas veces esta técnica en conferencias ante convenciones
de ventas o negocios. Por ejemplo, un joven asistió a una convención
nacional de seguros en la cual yo describí mi técnica. El era un
agente muy laborioso, pero no le iba muy bien. Decidió adoptar una
actitud mas positiva, visualizarse a si mismo obteniendo mejores
resultados.
Después
de la conferencia, el joven fue a su hotel y se dedico a pensar “sin
contemplaciones” según me contó después. El se fijo una meta de
ventas para ese año que lo dejo “con la boca abierta” ya que era
mucho mas de cuanto había logrado hasta entonces. Lo escribió en
una tarjeta que llevo en el bolsillo de su camisa durante todo el
año.
Con
esa técnica logro un 10 por ciento de aumento en sus ventas. Sin la
técnica posiblemente estaría entre los menos eficientes de la
compañía. Nunca caerá en el engaño del “ya lo tengo todo”.
Convertía su inseguridad en una motivación.
Es
muy importante saber con claridad lo que uno quiere y el tiempo en
que se quiere logar. Si uno sabe exactamente a donde se quiere ir y
cuando espera llegar esta convocando mentalmente su fuerza para
conseguir su meta.
Una
combinación de fijación de metas, pensamiento positivo,
visualización y fe lleva a un resultado feliz en la mayoría de
problemas que debemos enfrentar.
Hay
ocasiones en que la vida se desintegra en muchos puntos bajo diversas
presiones. En lugar de tenerlo todo arreglado, todo se desintegra, a
veces al mismo tiempo.
Un
buen ejemplo es un caballero que conocí en una gira de conferencias
en una ciudad canadiense. Pocas veces he encontrado un hombre mas
dinámico, positivo y obviamente feliz. Presidio la reunión de unas
dos mil personas y me impresiono profundamente por su espíritu y su
actitud. Le pregunte como había llegado a ser así. El me contó que
tuvo un momento en su vida que todo parecía desbaratarse. Todo
fracaso. Comprendió que había fracasado como persona. Me desanime.
Mi mujer, preocupada, hizo lo posible por ayudarme. Me dio su libro
“The Power of Positive Thinking” para que lo leyera. El
titulo me llamo la atención aunque lo deje a un lado cuando me
entere que trataba de cuestiones religiosas, yo no quería saber nada
de eso. Mi esposa insistió, y como yo la quiero mucho, decidí
leerlo pero solamente las cuestiones de sentido común. Al final
termine leyendo todo, incluyendo la parte, que como un tonto quería
ignorar, religiosa-
El
concibió una idea que me permitió utilizar: Con la ayuda de Dios,
yo era más grande que cualquier cosa que podría suceder. Niego el
poder de la adversidad. No niego a la adversidad misma, sino su
poder.
Volviendo
a los cuatro factores básicos que dan resultados felices: Fijación
de metas, pensamiento positivo, visualización y fe. Con esta
combinación se puede salir bien librado de cualquier situación
adversa. Un problema grande es la salud. Los problemas de dinero y
empleo ocupan el segundo lugar y los matrimoniales el tercero. Una
gran bendición es vencer un problema de salud y gozar de bienestar
físico. La salud es sumamente preciosa.
No
tener que preocuparse por mala salud es una verdadera felicidad. Algo
que todos desean. Una mala combinación de alcohol, comida,
cigarrillo y alta tensión afecto a un amigo mió, José. Su medico
le dijo que tenia que dejar esos hábitos para tener mejor salud. El
medico dudo que José pudiera lograrlo.
El
medico sabia que eso molestaría a José. José es el tipo de hombre
que cree poder lograrlo todo.
Y
así fue, controlo bien la bebida, el cigarrillo y la tensión
emocional más no la comida. Trato de todo para controlar la comida
pero no lo logro pues no lo hacia con decisión.
EL
medico le sugirió tratamiento espiritual y pensamiento positivo.
Necesitaba perder al menos dieciocho kilos.
Debo
mencionar que José, el medico y yo somos amigos por lo cual el
segundo lo remitió a mi. José tenía una actitud meramente negativa
cuando vino a verme.
José
no creía poder lograrlo. “De ninguna manera puedo perder dieciocho
kilos”.
Claro
que si puede − insistí −. A mi me paso lo mismo. Tenía que
bajar dieciséis kilos y pensé que era imposible. Cambie de actitud
mental y tome un punto de vista positivo.
Fije
una meta de peso, practique el pensamiento positivo, visualice los
resultados y tenga mucha fe.
Restamos
18 de los 91 kilos que pesaba. Obtuvimos un peso de 79 kilos. Es lo
que José pesaba en sus días de estudiante. Agregamos el elemento
tiempo: Cuando iba a alcanzar esa meta? Fijamos un plazo de nueve
meses. Debía imaginarse como seria sin esa protuberancia estomacal.
Una nueva imagen que le quedaría bien con sus 1.85 mt. de estatura y
lo mejor, con esa imagen no habría remordimiento por comer
demasiado.
Lo
ultimo que discutimos fue que volviera a leer The Power of
Positive Thinking. No estaba muy de acuerdo con lo ultimo pero le
dije “Usted tiene que creer, tiene que estar convencido de que
puede hacer esto. Necesitara una gran dosis de fe para lograrlo y
mantenerse en el peso que sugieren las tablas del seguro que son 73
kilos. Afirme todos los días: Con la ayuda de Dios la tensión
bajara, bajara, bajara a medida que los kilos caen, caen, caen”.
José
adopto la actitud espiritual para este proceso de adelgazar y se
entusiasmo con la idea de renovación física. Sin darse cuenta,
empezó a sufrir también una renovación espiritual y mental y logro
alcanzar la meta a tiempo. Empezó a sentirse mejor que en años
anteriores. Presumió de su nueva tensión arterial de un joven de
veinte años.
Mientras
Tomábamos un almuerzo de caldo, requesón y gelatina, José dijo:
“Ya estoy al otro lado en lo que al peso se refiere gracias al
medico, a usted … y a Nuestro Señor Jesucristo”. Fue algo
sorprendente para mí. El se sonrojo un poco con lo ultimo, no era un
hombre de hablar en términos religiosos. Con un tono beligerante
agrego: “He estado orando todo el tiempo para llegar a los 73
kilos”.
Entonces,
fijar una meta y aplicar los principios ayudara. Llegara el día en
que pueda decir agradecido “Ya he triunfado” y entonces podrá
pasar a otra meta.
Por qué algunos pensadores positivos obtienen resultados poderoros
Editorial Norma